viernes, 14 de noviembre de 2008

MUSEO ITINERANTE



Del blog de Judit Bellostes hemos cogido esta interesante propuesta.
Algo que ya nos preguntábamos hace mucho tiempo era si los museos tenían un carácter demasiado introvertido, es decir, si más que contenedores culturales, son muros culturales. Creemos que un museo debe desenvolverse al revés y no encerrar su contenido, sino exponerlo. Creemos que debe salir más allá de sus propias fronteras, y esto es lo que intenta el
Kunsthaus Zug mobil, llevar el arte a la gente, y q no sea la gente la que tenga que ir a buscarlo.
Si queréis más información seguir este link

jueves, 13 de noviembre de 2008

CÁPSULAS DEL TIEMPO




“El futuro no es más que lo que sucede en un tiempo” afirma Arthur Clarke, autor de 2001 Odisea en el Espacio.

Una vez, de hecho, la gente miraba el futuro con optimismo, y algunos visionarios tecnológicos formulaban proyectos que hubiesen podido revolucionar nuestra civilización, pero que rápidamente fueron abandonados. El primer gran visionario tecnológico fue probablemente el diseñador Norman Bel Geddes, siendo su más grande realización la muestra Futurama, en New York 1939, durante la Feria Mundial de aquel año. Life, define Futurama: “una visión de lo que los americanos con sus inmensos recursos de hombres, dinero, materiales y talento, podrán hacer de su propio país si quisiesen”.

Como otra demostración de la confianza en el porvenir, en aquella ocasión fue también enterrada una “cápsula del tiempo”. Un cilindro de aleación de cobre, casi eterno, que en el interior albergaba objetos y mensajes destinados a los hombres del futuro, realizado por la Westinghouse, que distribuiría en todo el mundo 3650 copias de las instrucciones para que pudiesen ser encontrados. Los libretos fueron escritos sobre papel super-resistente y tinta indeleble. El director de proyecto, Gerald Wendt, Scribe que “si por entonces la civilización hubiese desaparecido, podría ser reconstruida usando la cápsula como fuente de inspiración”. La cápsula contenía también mensajes de Thomas Mann y Albert Einstein. El de Einstein decía: “Nuestra época es rica de mentes fértiles, cuyas invenciones podrían facilitaros notablemente la vida. Por el contrario, la gente que vive en Pueblos diversos si matan recíprocamente, a intervalos de tiempo impredecibles y por lo tanto aunque se piense en el futuro se debe vivir con miedo. Todo esto depende del hecho de que la inteligencia y el carácter de las multitudes son muy inferiores a la inteligencia y al carácter de pocos que hacen cualquier cosa de útil para la colectividad. Auguro que los que lean lo harán con un sentido orgulloso y de justificada superioridad”

En la cápsula había un solo libro, la Biblia. Después, artículos de uso común como un despertador y un abridor, gafas y un cepillo de dientes, muestras de metales como el aluminio y el acero inoxidable, de otros materiales como plástico, goma sintética y cemento. Monedas, semillas de plantas, películas con otros libros y periódicos, música…con todo, cerca de 300 testimonios de la vida del 1939.

En el 1964 la muestra Futurama, similar a la precedente pero aumentada, fue nuevamente preparada en New York durante otra Feria Mundial, y descrita por Oriana Fallaci en el libro “Si el Sol Muere” .Y también esta vez fue preparada y enterrada una cápsula del tiempo, como también en la Expo 67 de Montreal y la Expo 70 de Osaka. La del 64, en acero inoxidable y vidrio pyrex, contenía objetos mucho más modestos, como tarjetas de crédito, un bikini, lentillas. bolígrafos, radio transistores, tranquilizantes, píldoras anticonceptivas, fibras sintéticas, un fragmento de cápsula espacial Mercury, música y d nuevo la Biblia.