domingo, 3 de febrero de 2008

DIVAGACIONES SOBRE UN BAÑO



Cada día que pasa parece que la vivienda tiende a reducirse en metros cuadrados, mientras que en cuanto a precio no para de subir. Los jóvenes, los no tan jóvenes, y aquellos a los que les gusta sentirse jóvenes no vamos a tener nada fácil adquirir una vivienda.

Debido a los altos precios a los que se cotiza hoy en día la vivienda sólo vamos a poder optar a la de menor superficie construida, a no ser que tengamos un mecenas que nos avale dicha propiedad.

De aquí salen muchas preguntas: ¿cómo debería ser esta vivienda?, ¿qué superficie mínima debería tener? ¿es necesario comprar una vivienda tan pequeña?, ¿cómo se puede adaptar una vivienda mínima a diferentes usuarios?...
Pero de estas preguntas nos quedamos con una: ¿qué ocurre con el baño?. Parece en sí una pregunta sin importancia, con poca relevancia ante muchas otras preocupaciones.

En realidad no es sólo el baño, sino que nos referimos a esas piezas tan fundamentales en la vida diaria dentro de la vivienda. Piezas que necesitan de un diseño meticuloso para su perfecto funcionamiento. En una vivienda tan pequeña (famosos pisos de 30 m2) esas piezas son, evidentemente, el baño y la cocina.

¿Cómo interpretamos en 89+91 esto?

En una superficie de 30 metros cuadrados cualquier actuación tiene muchas consecuencias. Esto es debido a que el hecho de intervenir sobre una superficie tan mínima provocará alteraciones en la totalidad del espacio.

Partimos de unas dimensiones mínimas, de lo necesario para el buen funcionamiento de un baño, de los movimientos de los usuarios en su interior, del agrupamiento de las instalaciones, del constreñimiento del espacio interior, de la posibilidad de apilamiento, de la variedad de organizaciones exteriores...

Con este diseño queremos dar nuestra respuesta particular a un problema actual.











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